sábado, 27 de diciembre de 2008

Cobro de morosos

Entre tres y cuatro de cada cien facturas emitidas se quedan sin pagar

En España más de la mitad de los pagos se efectúan con retraso y entre un 3% y un 4% de las deudas nunca se saldan. Con el fin de gestionar el cobro de cantidades aún por pagar operan en nuestro país más de 300 compañías. El porcentaje de éxito de este tipo de servicios supera en algunos casos el 80% y los honorarios suelen ir en consonancia con el importe de la deuda recuperada. Entre los métodos que se aplican para solucionar el recobro de un crédito, se entrecruzan las vías judicial y extrajudicial, que en la práctica se muestran complementarias.

  • Autor: Por CLARA FRAILE PARA CONSUMER.ES
  • Fecha de publicación: 18 de mayo de 2004

Gestión de cobro

Quien debe dinero puede tener diversos motivos para no haber pagado. Entre los morosos hay personas que no sufragan la factura de la luz o el plazo de un coche, familiares que no entregan la parte correspondiente de la venta de una herencia a quien corresponde, empresarios que deben pedidos millonarios, inquilinos que no ingresan el alquiler o que no pueden hacer frente a la hipoteca...

Los impagos más habituales se deben a descubiertos ocasionales en las cuentas corrientes, pero es cierto que también existen personas que no saldan sus deudas simplemente porque no quieren. Ante impagos y retrasos, las encuestas de Intrum Justicia, compañía europea especializada en servicios de gestión de cobro, apuntan que 9 de cada 10 empresas simplemente optan por algún tipo de recordatorio para intentar acelerar los pagos; 5 de cada 10 recurren a abogados para reclamar las deudas y un 21% contrata los servicios de una empresa especializada.

Los servicios de recuperación de deudas suelen asociarse a algunas empresas del sector que tratan con disfraces de llamar la atención y poner en evidencia a los morosos. Sin embargo, la realidad no es esa. El Cobrador del Frac y El Cobrador Escocés son dos de ellas y, aunque utilizan coches rotulados, sus agentes sólo llevan los trajes que les dan el nombre en casos muy determinados, normalmente tras haber agotado otras vías comunes al resto de las tres centenares de compañías que se dedican al cobro de aceptaciones impagadas en nuestro país.

La tipología del deudor suele marcar el carácter de la empresa elegida para solucionar el problema. De todas formas, por lo general, los morosos son personas a las que su acreedor ha reclamado el pago por sus propios medios sin obtener resultados positivos. Pasado un tiempo, quien quiere recuperar su deuda puede optar por la vía judicial y encargar el asunto a bufetes especializados en el planteamiento de estas demandas, aunque, tal vez, prefiera eludir los procesos legales o puede que, tras conseguir una sentencia condenatoria contra un moroso, no se haya podido ejecutar el cobro porque el deudor es legalmente insolvente.

En la práctica, los procedimientos legales de protección del crédito, es decir, judiciales, y los que resuelven los impagos sin ayuda de los juzgados, extrajudiciales, suelen entrecruzarse y no son contrapuestos sino complementarios. Entre unos y otros se alcanzan soluciones exitosas en el cobro en más del 80% de los casos, cifra tanto más elevada cuanto más reciente es la deuda. Conviene recordar que una deuda prescribe en términos generales a los 15 años, salvo casos especiales como los cheques, que lo hacen a los 6 meses, o las letras y pagarés, a los 3 años.

Existen muchas empresas que se dedican a gestionar los cobros de morosos. Cada una tiene diferente esquema por el que cobra sus tarifas. Desde cobrar una cantidad fija al principio y luego nada, cobrar una comisión solo al final del trabajo sobre la cantidad recobrada, a una combinación de los dos pagos y aquí con una variación infinita. Icuris estaría en esta última variante, en un empeño por ajustar precio-fidelidad.

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